El fichaje estrella de L. Agustí, para su
candidatura 2011-2015, no parece que atraviese sus mejores momentos, ni
políticos, ni empresariales. Este fichaje de un empresario, entonces al parecer
de éxito, con el paso de la crisis ya no parece que lo sea tanto, así se
desprende de los resultados de la empresa Automóviles Palma, durante los
ejercicios 2010, 2011 y 2012, que muestran el declive de la actividades
económicas de la empresa matriz del Grupo.
Es cierto que es de los pocos que se van salvando de
la quema, en el año 2013 uno de cada cuatro concesionarios ha cerrado, no
parece que este sea el caso, a corto-medio plazo, para Automóviles Palma,S.A. Pero no es menos cierto que la principal
característica de un buen gestor es la dar resultados positivos de la
empresa que dirige, lo que no es el caso de M. Palma.
Los
rasgos más destacables de estos datos son:
1. Persistencia
de resultados negativos.
2. Caída del empleo en 29 trabajadores en el periodo
analizado, un 20%. Si lo comparamos con el empleo que había en 2009, la caída es
espectacular, 77 trabajadores menos
desde ese año, un 40% menos de empleo.
3. Siguen
cayendo las ventas, un 20% menos en dos
años.
4. El EBIT de la empresa en 2012 fue negativo
e igual a un -0,64 % respecto a los ingresos totales de explotación, un 1,69 % inferior al del sector
(Faconauto y Ganvam).
5. La capacidad de la empresa para generar
beneficios de explotación es inferior a
la del sector ya que su ratio EBIT/Ventas es menor (-0,01 frente a 0,01).
6. El Resultado Neto de la empresa fue negativo e igual a un -0,72
% respecto a los ingresos totales de explotación, un 1,1 % inferior al del sector.
Desmontando
mitos
Parece claro que el recorrido del mito de
M. Palma como empresario exitoso, es bastante corto, a la vista de los datos de
su empresa matriz, en opinión de Cuentas clara Paterna, más parece que su
carrera como empresario, lo ha sido al calor de la burbuja crediticia e
inmobiliaria, que nos ha llevado a la crisis económica actual.
No es lo mismo crecer económicamente con
el viento a favor (créditos abundantes y baratos), que ejercer el liderazgo
cuando la tormenta perfecta de la crisis (falta de crédito a las familias y
empresas) nos da de cara.
No creemos que ahora se atreviera a
afirmar aquello de que “Si hubiera más
empresarios, la administración no funcionaría tan mal”, más bien parece lo contrario, al menos en su caso,
no creemos que un empresario que es incapaz de poner orden en su empresa, con
resultados negativos los últimos tres años de lecciones a los funcionarios
públicos de cómo se gestiona una administración determinada, en este caso la
local. Tampoco que se atreviera a señalar su
trayectoria empresarial, como caso de éxito, a sus alumnos de la Escuela EDEM,
ya que les tendría que explicar, por qué ha presentado durante tres años
seguidos resultados negativos.
Otro
día comentaremos sus “éxitos” como responsable político
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