Hace un año denunciábamos en este blog, que
Aigües de Paterna solo había abonado 30.000 euros como subvención por buenas
prácticas medioambientales, eufemismo que utilizó el PP, para aumentar la
tarifa medioambiental.
Es importante reseñar que en la tarifa se
incluyó como coste en la memoria económica dicha subvención, por un importe de
230.000 euros anuales, para “devolver” la Tamer, promesa del PP que no cumplió.
“Curiosamente el PP utilizó este subterfugio para
crear una doble imposición, por un lado pagamos la Tamer y por el otro los
paterneros nos pagamos la subvención. (¿????)”
Para
Cuentas Claras Paterna, la inclusión de este coste en la memoria económica de
la tarifa, lo consideramos como ”cobro indebido” porque el hecho imponible no
se está produciendo, al no subvencionar las buenas prácticas medioambientales
de la ciudadanía de Paterna.
Es
escandaloso que después de cuatro años nadie haya denunciado este vergonzoso
incremento en el recibo del agua a través de la mal llamada tarifa
autosuficiente para la Gestión Medioambiental del Ciclo Integral del Agua,
además incrementada anualmente, mediante la correspondiente aprobación del
Pleno Municipal de Paterna, la ultima el 18 de diciembre de 2014.
Por qué, nos
preguntamos, el Ayuntamiento permite que 890 mil euros de los paterneros
vayan a ¿incrementar los beneficios de una multinacional?, ya que si la tarifa
se empezó a cobrar en el año 2012 y hasta hoy han pasado cuatro años, la
cuenta, si no nos equivocamos, sería la siguiente:
La ecuación parece sencilla y, como es habitual, el intermediario se lleva el beneficio a cambio de encarecer el precio del producto en plena crisis económica. Como podemos comprobar, el agua se está convirtiendo en el gran negocio para las multinacionales y ante la falta de liquidez que sufren actualmente los ayuntamientos, las empresas les ofrecen sus servicios para hacer negocio.
El caso no pasaría de ser anecdótico si no fuera porque la gestión no es pública sino privada, pues Aigües de Paterna, está participada al 51% por el Ayuntamiento y al 49% por Hidraqua, perteneciente a una transnacional de matriz francesa (Grupo Suez).
En Cuentas Claras entendemos que la privatización del servicio no deriva en una mejora para el ciudadano, a pesar de las leves mejoras que obtienen, entre otras cosas, por la laxitud en el control de la actividad del operador privado por parte del Consejo de Administración de Aigües de Paterna.
Además lo preocupante es que no tienen competencia local teniendo clientes fijos y buenos pagadores que les proporcionan un flujo monetario fijo y continuado. Es decir, con la privatización del agua, se genera un monopolio natural, donde la competencia sólo se puede dar en el principio de la concesión pública, pero posteriormente desaparece y el usuario esta al libre criterio económico de la empresa.