La
vida de algunos políticos a menudo se mueve entre la cordura y el surrealismo.
Las primeras decisiones, por absurdas, de Sagredo como Alcalde, están poniendo
de acuerdo a todos los partidos y eso que solo lleva apenas unos días como tal
y ya es difícil que lo haya conseguido a derecha e izquierda del Pleno
Municipal.
La
nula empatía, su intransigencia y prepotencia, está uniendo a todos los
partidos políticos con representación en el Ayuntamiento, en un frente común,
que según ha podido saber Cuentas Claras Paterna, por la que estarían elaborando una hoja de ruta de
oposición frontal, cuyo final, si no rectifica, derivará en un posible escenario de moción de
censura, dada su minoria.
Han
pasado ya diez días y salvo las decisiones unilaterales que ha tomado Sagredo,
todas respecto su grupo político, se empieza a notar el desgobierno en el
Ayuntamiento, a Cuentas Claras nos han llegado quejas de numerosos funcionarios,
en ese sentido, lo que sería un indicio de la poca capacidad política para
afrontar un Ayuntamiento de la características de Paterna.
A esto
habría que añadir, que Sagredo utiliza de manera bastante torticera, el artículo
196, apartado c de la LOREG, pretendiendo imponer al resto de grupos políticos su
programa, además de intentar arrebatar a la oposición, no solo el espacio físico
enviándoles a las cuevas, sino apropiarse de la mayoría de los recursos económicos
para ejercer la necesaria fiscalización del gobierno municipal, que les correspondería
de manera proporcional.
Es absolutamente incomprensible
pretenda imponer el número de concejales y asesores liberados y su cuantía económica,
ya que según la Ley 7/1985, de 2 de
abril, reguladora de las Bases del Régimen Local, articulo 123, le corresponde al Pleno, en el que Sagredo está en minoría.
Podría suceder que el Pleno acordara que ningún concejal del PSPV, tuviera
retribución económica, circunstancia esta que ya ha ocurrido en algún municipio
de España.
CASI CUATRO DE CADA CINCO CIUDADANOS NO LE
HA DADO SU VOTO.
Parece
obvio que su apuesta pasa por utilizar su pequeña minoría mayoritaria, 6
concejales frente a 19, solo porque la LOREG (llamada comúnmente como Ley
antitransfugismo), le permite que con solo 600 votos más que las dos listas que
le preceden, sea Alcalde. Su porcentaje de voto solo es del 22,54% y sin
embargo se permite el lujo de imponernos su programa a la inmensa mayoría del
pueblo, lo que en nuestra opinión demuestra su poco convencimiento en el
significado de la palabra democracia, con lo que de facto se une al PP, que
reclama que sea Alcalde la lista más votada.
